“Los intensos problemas globales fluyen a través de nosotr@s. Para que haya paz en el mundo, debemos trabajar con nuestros propios problemas en lo más profundo de nuestro ser. Traer paz a la relación con nosotros mismos, con los demás, con nuestra sociedad. Gracias a la aceptación de nuestras emociones y sombras, podemos dejar que la energía fluya, para poder acoger nuestro poder y actuar de forma que sirvamos al bien común.” Axelle Deprez, participante francesa.
Tras un año de aplazamiento, finalmente del 19 al 29 de agosto tuvo lugar en la comunidad de ZEGG (Alemania) el intercambio juvenil “Youth on Earth – Yes we (c)are”. La tercera edición de este proyecto reunió a 30 jóvenes participantes de Alemania, Italia, Francia y España con la RIE como organización de apoyo.
El objetivo de este proyecto era co-crear entre l@s participantes un espacio seguro de confianza, autenticidad, amor, sensualidad, apoyo mutuo, respeto, donde pudiéramos seguir nuestra verdad interior y experimentarnos en grupo.
Por las mañanas ayudamos a la comunidad en el huerto, construyendo, plantando, cosechando, limpiando, cocinando y mucho más, aprendiendo su historia y compartiendo con l@s miembr@s.
Durante estos días tan intensos, exploramos nuestro mundo interior junto a un grupo de personas que podían sostenernos y acompañarnos en nuestros procesos. Para este objetivo, nuestras maravillosas facilitadoras Ena y Steffi, nos mostraron diferentes técnicas como la brújula de los sentimientos, la comunicación de los límites y el consentimiento, el dar y recibir feedback, compartir aquello que bloquea nuestra comunicación, los círculos de compartir, paseos por la naturaleza, la descarga emocional y el Forum de ZEGG.
Esta última es una práctica desarrollada por la Comunidad ZEGG, un proceso de grupo para revelar la verdad auténtica y viva que llevamos dentro, es un “ritual social”. L@s participantes experimentan la libertad y el permiso para ser quienes son y permitir que l@s demás l@s presencien de esta manera. Cuando hablas te sitúas en el centro, y el resto del grupo, en círculo, es testigo y apoya tu exploración. Nuestro dúo de facilitadoras nos propuso formas de explorar el centro y a nosotr@s mism@s. Exploramos intervenciones cortas, espejos (como forma de dar feedback a la persona), foro teatral. Es una forma de conectar con nuevas perspectivas, en un espacio sin juicios, y de reconocer nuestra interdependencia. Compartimos muchas historias, mecanismos y sentimientos.
Lloramos, reímos y, lo más importante, aprendimos. Cada participante resonó más con una técnica u otra, todas ellas, nos ayudaron a conocernos mejor a nosotr@s mism@s.
“El hecho de que l@s participantes del youth exchange se sintieran más cómod@s entre ell@s, muestra las posibilidades sobre cómo utilizar estos métodos en diferentes aspectos de nuestra vida para aprender a trabajar en equipo, como comunidad, como miembro de una sociedad. Y cuando una persona es capaz de hacer un trabajo interior, puede sentirse más conectada con los seres, con la Naturaleza y, por tanto, generar autoconciencia sobre la esencia de la vida. Para un mundo mejor tenemos que empezar por nosotr@s mism@s”. Erika Beltrán, participante colombiana.
Las tardes también fueron un tiempo de exploración, de forma más lúdica. Primero hicimos una introducción al Forum mediante juegos y la apertura del círculo. Exploramos el poder de nuestra voz a través de algunos cantos guiados. Jugamos al “hot seat” alrededor del fuego para conocer nuestras curiosidades más profundas sobre l@s demás. L@s que forman parte de proyectos los presentaron. Además, esta noche se presentó Yes to Sustainability para que l@s jóvenes puedan participar y aprovechar las oportunidades que da esta asociación. Tuvimos un escenario abierto de imperfecciones, para poder mostrar nuestra creatividad tal y como es. Disfrutamos de la increíble sauna de ZEGG y las tardes que estaban libres, l@s participantes se reunieron para probar el playfight, el contact dance, o unas bebidas bajo las estrellas en el bar.
“Tres manos entrelazadas, pieles ardiendo, un anillo en espiral, otras quince personas abrazadas a mi derecha, una guitarra tocada, una atmósfera dorada sobre nosotros. Plenitud”. Miguel Yuste, participante español,